Capítulo 21

Para esa tarde, todo estaba hecho. Cahir y Kade habían firmado un acuerdo de sangre y antes del anochecer, mi compañero se había ido. No podía describir el estado de Asena. Sus gemidos me desgarraban el corazón y sus aullidos lastimeros añadían sal a mis heridas internas. Saber que ella estaba sufri...

Inicia sesión y continúa leyendo