Capítulo 50

Kade

—¿A dónde demonios vas ahora? —le pregunté a mi hermana, que estaba afuera de la casa de la manada con sus cosas recogidas y sus amigos reunidos a su alrededor, llorando y lamentándose.

—Hice una promesa, ¿no? —me sonrió, su rostro endurecido a pesar de la sonrisa. Pude ver la determinación ...

Inicia sesión y continúa leyendo