Capítulo 65

—Te veré en casa— dijo, dándome la sonrisa más dulce que jamás había visto. Sus labios estaban rojos e hinchados y sus ojos entrecerrados. La expresión en su rostro, junto con su cabello despeinado, tenía que ser la imagen más erótica que jamás había visto.

—O – Ok—. Me giré con la cabeza en las nu...

Inicia sesión y continúa leyendo