Capítulo 75

—¿S-Sí?— tartamudeé con la boca abierta. No pasaba un día sin que Cahir dijera algo que me sorprendiera.

—Sí, no quiero hijos. No me importan—. Sus palabras sonaron con una certeza final y me miró con una expresión indescifrable en los ojos.

—P-Pero el... tu asiento—. Miré la gran silla en su ofic...

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