Capítulo 24- Órdenes en movimiento

No dejé de moverme. No porque no estuviera cansada, sino porque si me detenía, aunque fuera por un segundo, el peso de todo podría aplastarme donde estaba. Lachlan estaba escaneando el patio, sus dedos moviéndose como si ya quisiera ajustar los planes de batalla que acababa de exponer. Mi mago caóti...

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