Capítulo 30: Se siente como en casa

La luna colgaba pesada, bañando el patio en plata líquida mientras nos dirigíamos hacia nuestra ala del castillo. Mi cuerpo vibraba, agotado por la batalla pero hambriento, cada músculo dolía con ese tipo de cansancio que suplicaba por liberación. Lysirra se agitaba en mi mente, su presencia era un ...

Inicia sesión y continúa leyendo