Capítulo 11. La Tormenta

Isabella.

El día había sido un infierno con mis padres. Regresé a la mansión De la Vega, pero estaba vacía. La lluvia caía con fuerza, y me di cuenta: estábamos solos. Solo yo y Gabriel.

El deseo me quemaba. La cordura se había roto con el sonido de la tormenta. Fui directo a su habitación y entré...

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