Capítulo 43: El control del destino

—Azarius, no podemos—

No me dio la oportunidad de protestar. En su lugar, presionó sus labios carnosos con más fuerza contra los míos, dejando que todas las inhibiciones de mi cuerpo se apoderaran de mí.

Al principio, dudé, con las manos ligeramente apoyadas en su pecho como si quisiera detenerlo....

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