Capítulo 62: Lo dejé claro

El momento en que entramos en la mansión, el suave zumbido del invernadero fue reemplazado por el eco de nuestros pasos sobre los pisos de mármol pulido. La mano de Azarius permaneció en la mía más tiempo del necesario, su agarre firme pero no desagradable. El aire entre nosotros crepitaba con palab...

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