¿No importa?

Me senté en mi escritorio, mirando la pila de documentos con una expresión de agotamiento.

—¡Uf! ¡Tengo que preparar todo esto yo sola!— murmuré con frustración. Como dueña de una pequeña y nueva empresa de cosméticos, no tenía un equipo ni un asistente que me ayudara. Todas estas responsabilidades...

Inicia sesión y continúa leyendo