¡Aceptando a Ray!

Mientras tanto, mi corazón latía con fuerza y me resultaba difícil pronunciar una sola palabra.

—Ray...— lo llamé suavemente, tratando de captar su atención enfocada. Emociones mezcladas estaban atrapadas dentro de mí.

—Naina, perdóname. Dije que nos casaríamos, pero...— Ray se detuvo por un momen...

Inicia sesión y continúa leyendo