¡Naina, perdona a mamá y papá!

—Solo eso...—repitió mi madre. Su rostro estaba lleno de curiosidad, queriendo saber qué iba a decir a continuación.

—¡Mamá, mi relación con Redrick ya no puede sostenerse!—dije suavemente.

—¡Oh! T-tienes razón, Naina. Mamá y papá no deberían haberte obligado a hacer algo que no querías. Solo tení...

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