35 Lucas

Lyam, el guardia de las mañanas, me ofreció una sonrisa que correspondí mientras me encaminaba al ascensor. Cuando las puertas se abrieron mis ojos se cerraron cuando estornudé y me apresuré a cubrirme la boca antes de mirar adentro.

—¿Te encuentras bien?

Fue un alivio encontrar a Hannah, la secre...

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