Capítulo 6 Tuvo sexo
A esa hora de la noche la empresa carecía de empleados. Ellos eran los únicos en ese piso así que nadie los interrumpiría. Esa morena podía gemir todo lo que le diera la gana.
—Fóllame más duro Giovanni, vamos métemelo más fuerte.
—¿Eso es lo que quieres?
Y con aquellas palabras retira los dedos humedecidos del flujo de ella, la coge por la cintura y la hace sentarse en su regazo. Introduce ambos dedos en la boca de la morena y la hace chuparle los dedos.
Automáticamente ella empieza a soltarle el pantalón y termina por sacarle la polla mientras lame sus dedos con morbo al mismo tiempo que lo observa. Giovanni se inclina hacia atrás y la deja hacer el trabajo, por lo general todas hacían el trabajo, casi nunca tenía que hacer nada, a menos que se las follara por el culo.
Así que la morena hizo todo el trabajo, le saco la polla y rápidamente le puso un condón y segundos después deslizo su pene dentro de su coño. Giovanni la sujeto de las caderas mientras que hacía unos movimientos circulares que enloquecían a cualquiera.
Cierra los ojos y se concentra en el sonido que creaba la unión de su polla con la vagina de esa morena. Desde que vio a esa chica en la recepción de abajo supo que se la cogería, y no se equivocó, puesto ella no tardó mucho en buscarlo.
Abre los ojos de nuevo y ve el sudor recorrer su cuerpo moreno, las gotas se deslizaban por sus tetas y morían en su coño. Baja un poco la mirada y se encuentra viendo como su polla palpitante penetra el coño de esa mujer.
El CEO se sujeta de las tetas de ella mientras que la joven empieza a saltar sobre él.
—Sí, duro, dame duro… me gusta así… ¡ah! ¡Ah! más, más, más…
Mordía sus labios tan fuertes que sangrarían, Giovanni apretó sus tetas con fuerza lo que causo que ella gimiera aún más. Luego se inclinó hacia ellas, las junto y se llevó ambos pezones a su boca.
Empezó a chuparle las dos tetas al mismo tiempo mientras que ella saltaba sobre su polla, el sonido morboso de sus sexos cada vez era mayor acrecentando la excitación en su interior. Tanto así, que mordió una de las tetas de ella dejando un gran moretón en ella.
Y como la morena no se quejó, siguió chupándole la teta con bestialidad.
—Sí, sí, sí, me voy a correr ya…
—Sí, vente, vamos lléname la polla de ti…
La morena gimió con potencia, sus mejillas se pusieron coloradas y sus labios pagaban la culpa de aquel orgasmo que la estaba atacando.
—¡Ahhhhh! Mierda, siiiii…
Grito lo último, pero continuaba meneando el culo de manera provocadora. Se sujetó de los brazos de Giovanni y este a su vez de su culo, él empezó a movérselo a su antojo para conseguir su propio placer.
Cierra los ojos al sentir como ella golpea su cara con las tetas húmedas, entre abre los labios al sentir como se corre dentro del condón, sin embargo, continuaba meneando el culo de ella hasta que su polla se vaciara por completo.
Cuando se sintió satisfecho se reclina en su sillón, cientos de gotas de sudor recorre su frente y espalda para ese entonces. Su polla seguía muy firme dentro del coño de esa mujer la cual lo había bañado en fluidos.
—Eso ha estado delicioso, sabía que eras todo un cumplidor —ella hace amago de bajarse, pero este la agarra de las caderas.
—No hemos terminado aún.
El CEO se saca el condón y luego la hace darse la vuelta dejándola sentada de espada sobre su regazo, y con la misma volvió a penetrarle su húmedo coño.
—Porque desaprovechar que ya está toda mojada.
Toma su cabello y lo enrolla en su mano, luego envuelve su cintura y empieza a guiarla como quiere que se mueva.
—Vamos, no seas tímida, mueve ese bonito culo que tienes para mí.
Jala su cabello hacia atrás lo que crea más presión en la penetración.
—¡Ahhhh! —gime con mucha fuerza.
Giovanni gozaba de tenerla en esa posición, su culo chocaba con su abdomen cada vez que subía y él la hacía bajar cuando jalaba su cabello hacia abajo. El CEO muerde sus labios y justo en ese instante el recuerdo de esa chica que conoció invadió sus pensamientos.
Cierra los ojos y por un momento se la imagina a ella sentada sobre él y eso lo enciende de una manera que no comprendía, ni esa morena lo encendió tanto cuando la vio desnuda. El castaño comenzó a imaginar que esa chica llamada Liana era la que estaba sobre su polla.










































































































































































