TRECE

CELESTIA

—¡Sé cómo caminar!— Me aparté de él de inmediato porque el más mínimo de sus toques quemaba mi piel de una manera que hacía arder mi corazón. Odiaba a Raffaele sin una pizca de duda, pero me odiaba más a mí misma en ese momento por permitirle hacerme eso.

No era más que un hombre cruel y s...

Inicia sesión y continúa leyendo