Doce horas

—Esto no es lo que acordamos —le dijo Svetlana cuando al fin se quedaron a solas en el dormitorio principal.

Dimitri la miró como si estuviera hablando en un idioma que no comprendía.

—¿Acordamos? —cuestionó él—. Acordamos salvar a nuestra hija, Svetlana. Y eso es exactamente lo que estoy haciendo....

Inicia sesión y continúa leyendo