Lo inevitable

Habían pasado dos días desde que Aleksander le había mostrado los recortes, o quizás tres. Anastasia había perdido la noción del tiempo, así que no podía estar segura de nada. Las horas iban pasando una tras otra sin que ella se inmutara.

Ya no gritaba, ni suplicaba, ni tampoco intentaba escapar. ¿...

Inicia sesión y continúa leyendo