El hombre bajo la máscara

Anastasia levantó la mirada con sorpresa cuando Aleksander abrió la puerta de su habitación sin traer la habitual bandeja de comida.

—Esta noche cenaremos en el comedor —anunció él, con un tono que no admitía réplica pero tampoco sonaba amenazante.

Vestía una camisa negra sencilla y pantalones osc...

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