El último Morozov

La primera luz del alba rompía entre los árboles cuando Dimitri detuvo su vehículo a unos cien metros de la cabaña. Después de días rastreando cada pista, cada indicio, cada sombra que pudiera llevarlo hasta su hija, finalmente tenía un objetivo concreto.

Apagó el motor y esperó, observando la estru...

Inicia sesión y continúa leyendo