Negociar en persona

Mika empujó la pasta de un lado a otro del plato sin probar bocado. Lana había cocinado su platillo favorito, pero el estómago se le había cerrado desde que había salido de esa galería dos días atrás.

—Mika, ¿qué ocurre? ¿Acaso no te gusta? —preguntó Lana desde el otro lado de la mesa.

—Está delic...

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