Lo correcto

Mika había pasado las últimas tres horas en la sala de espera del hospital, mirando el reloj de la pared avanzar con una lentitud insoportable. Tenía sangre de Alina seca en la manga de su camisa y un café frío que había dejado de beber hace horas.

Seguía viendo su cabeza golpeando el borde de la ...

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