La confesión

Mika caminó hacia la ventana, dándole la espalda a Alina. Necesitaba no verla. Necesitaba no sentir su presencia llenando cada rincón del apartamento que compartía con otra mujer.

—¿Disculpa? —La voz de Alina sonó igual de furiosa—. ¿Crees que quiero estar aquí?

Mika se volvió hacia ella.

—No lo ...

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