Placer total

No pasó mucho tiempo antes de que los tres llegáramos juntos a un clímax estremecedor.

Nos quedamos allí un rato, envueltos en los brazos del otro, hasta que Thomas me besó suavemente en el cuello.

—Te amo, Isa —dijo en voz baja entre besos.

—Yo también te amo, mi amor —respondí.

Vincent también...

Inicia sesión y continúa leyendo