63: Onda de choque

Tristan

No recuerdo cómo ni cuándo, pero en algún momento de mi llanto, Lucien me había tomado en sus brazos, envolviéndome con su calidez.

—Está bien... —seguía repitiendo. Pero cuanto más lo decía, más me daba cuenta de que nada de esto estaba bien. Lucien tenía razón, necesitaba cambiar mi ...

Inicia sesión y continúa leyendo