Capítulo 109. Darle su merecido.

Cuando Amelia salió del salón, Norman enseguida se puso de pie.

—¿Todo bien?

Ella se llenó los pulmones de aire, como si estuviese recuperando el oxígeno perdido.

—Quiero irme ya.

—¿Te sientes mal? ¿Te hicieron algo?

—Solo quisieron clavar su veneno, pero en realidad estoy muy cansada. Ya quier...

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