Capítulo 40. Mente en blanco.

Esa tarde, fue la peluquera para acicalar a Deborah. Marian y Amelia estuvieron con ella durante toda la sesión, ayudándola con lo que podían.

—La señora Deborah está muy calmada, duerme con placidez —aseguró la enfermera una vez que terminaron.

—Me alegro. Sé que recuperará pronto, tiene que hace...

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