Capítulo 45. Un molesto inconveniente.

Amelia aprovechó que Samuel debía ir al despacho para atender unos asuntos y se dirigió al jardín para llamar a Norman. Necesitaba reclamarle por haber incumplido su palabra de no decirle a nadie lo que ella le había confesado.

—¡¿Cómo te atreviste a traicionarme?! —soltó apenas él atendió la llama...

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