Capítulo 61. Un hombre roto.

—¿Vas a ir a ese cóctel? —quiso saber Amelia, preocupada, mientras se dirigían al despacho.

—Iremos.

Ella amplió los ojos en su máxima expresión.

—¡¿Iremos?!

—¿Dejarás que vaya solo a la casa de tu tía?

No supo qué responderle, entraron al despacho para conversar en privado.

—¿Será cierto que ...

Inicia sesión y continúa leyendo