Capítulo 8. Vigilantes.

Amelia se fue al patio para llamar a su amiga Irina, necesitaba oír una voz amigable que no la juzgara con recelo o se volvería loca.

Salió al exterior para que nadie escuchara su conversación.

—¿De verdad tu madre está en coma? —preguntó Irina con sorpresa.

—Sí, lleva semanas así, aunque está es...

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