Su prisionero II

Mi risa se desvanece y mi sonrisa desaparece instantáneamente al ver lo que tengo delante. Más específicamente, las dos personas que están sentadas bajo la luz de las velas en la pequeña mesa en la esquina de la cocina.

Los ojos de Greta se entrecierran en escrutinio, pero la ignoro con un giro de o...

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