V en negrita

—Yo... —murmuro, sin saber qué decir, pero parece que él se está alterando más que escuchándome. Escupe—Ahora no tienes nada que decir, ¿verdad?

Su expresión es tan despectiva mientras me mira desde arriba.

—¡Mírate! Te estás tocando en mi cama. ¡Cazzo! ¿Dónde demonios pusiste tu ropa interior? —P...

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