Intimidad y ausencia de sexo III

Mi arrebato queda entre nosotros, el silencio repentino que emana del hombre es alarmante. Se acerca, me agarra la barbilla y me levanta la cabeza hacia la suya, donde sus ojos marrones están apagados. —¿Crees que algún chico te dará la mitad de lo que te di anoche?— Inclina su cabeza para acercarse...

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