Cansado

Damien entró en su oficina. La pila de papeles pendientes, ordenada meticulosamente sobre su escritorio, le dio la bienvenida. Los miró fijamente durante dos minutos seguidos, luego soltó un gruñido. ¿Cómo había estado haciendo esto? No lo sabía, pero lo que sí sabía es que no podía seguir así. Nece...

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