¡Sí, lo haré!

Céline estaba atónita. Se quedó allí con su copa en el aire, mirando boquiabierta a Damien. No podía creer lo que oía. Sus piernas temblaban de sorpresa y felicidad, todo a la vez.

¿Esto realmente estaba sucediendo? ¿Damien realmente estaba proponiendo matrimonio?

No podía hacer que su cerebro ace...

Inicia sesión y continúa leyendo