Capítulo 118

Después de un largo momento, la voz cansada y ronca de Victoria se escuchó por el teléfono:

—¿Es esto realmente cierto?

—La evidencia habla por sí misma.

Otro tramo de silencio.

—Está bien. Lo entiendo.

La voz de Victoria llevaba la resignación de alguien que había sido derrotado en su propio j...

Inicia sesión y continúa leyendo