Capítulo 27 La consideración de Cecil

Cecil se quedó ahí, sumido en sus pensamientos por un momento. Sus ojos amables se apagaron un poco, pero luego sonrió cálidamente.

—Sí, fue entonces cuando me di cuenta de lo que te gusta comer.

—Eres tan considerado —dije con una sonrisa.

Pensándolo bien, era cierto. Siempre que era el turno d...

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