Capítulo 100

Cuando Nikki y yo entramos en la cocina, Isabella estaba ocupada haciendo café, claramente nos había escuchado llegar.

—Buenos días, Isabella —dijimos ambos.

—Buenos días, ustedes dos, ¿tuvieron una noche larga anoche?

—No, estuve enferma —le dijo Nikki.

—Oh, Dios mío, ¿qué te pasa?

—Estuvo vom...

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