Capítulo 167

Cuando terminé de ducharme, me sequé y me puse unos cómodos pantalones de chándal y una sudadera. Me envolví el pelo con la toalla y salí al cuarto donde estaba Nicolás.

—¿Vas a ir al hospital en pantalones de chándal? —preguntó sorprendido.

—No, creo que primero deberíamos hacer una prueba de emba...

Inicia sesión y continúa leyendo