Capítulo 241

Cuando Nicol y yo le dijimos buenas noches a Nikki y nos dirigíamos a nuestro dormitorio, le susurré al oído —Voy a buscar un poco de agua, cuando regrese al cuarto, más te vale estar de rodillas en el centro de la habitación esperándome solo con tus bragas rojas y el cabello recogido—. Ella me miró...

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