¡Me gusta Luca!

La voz de Marcus me cortó como un cuchillo en el pecho. Preguntó qué más quería, como si ya le hubiera quitado demasiado.

¿Lo había hecho?

Me sentí herida y retrocedí, alejándome.

Pero Marcus no había terminado.

Era como si hubiera despertado a un gigante dormido.

Estaba destinada a salir herid...

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