Por supuesto, cariño.

POV de Aria

Mis ojos parpadearon unas cuantas veces antes de finalmente abrirse. Se sentían pesados.

Tal vez porque había gritado y llorado tanto en el coche... en el maletero, que el conductor... el idiota que me secuestró no tuvo más remedio que rociar algo en el coche.

Algo que me dejó inconsc...

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