Capítulo 49

Era la primera vez que Emiliano admitía, sin lugar a dudas, que yo era la persona en su mente. La confesión aceleró el ritmo de mis lágrimas. Los pensamientos de él en mi cabeza volvieron de golpe.

*Estaba de nuevo en el suelo de concreto, ahogándome con mi propia sangre, jadeando por aire, mient...

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