19. Amor, amor eterno

Marcus y Amy estaban en el porche trasero de su casa. Ella estaba sentada en la cerca, que era baja y ancha, y él estaba detrás de ella, abrazándola y oliendo el dulce aroma que venía de su cabello, que se movía con la suave brisa.

—¿Qué te preocupa? —le preguntó, besándola en el cuello, lo que le ...

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