24. La llamada del maestro

Dos días después

El cielo estaba cubierto de nubes oscuras, un fuerte viento arrancaba las flores y hojas de los árboles y las hacía rodar por el suelo, pero cuando llegaban a las puertas del cementerio, el viento se debilitaba sobrenaturalmente solo para dejarlas flotar alrededor del ataúd donde y...

Inicia sesión y continúa leyendo