Capítulo 33

La intensa humillación quemaba a Olivia como ácido, llenándola de una rabia que luchaba por contener.

Sin embargo, se obligó a tragar su ira, mirándolo con fingida impotencia mientras las lágrimas inundaban rápidamente sus ojos.

James soltó un resoplido frío, su voz afilada. —¿Por qué jugar a ser ...

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