La sangre hala más que el odio, parte 1

A la mañana siguiente, Mateo y sus hombres fueron a recoger el cargamento, acababan de llamarlo para informarle que sus mercancías habían llegado. Para no levantar sospechas, tomó una minivan con sus chicos. La van estaba registrada a su nombre, al igual que Santiago, también le gusta registrar su...

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