Capítulo 32

—¡No grite tan fuerte, señora! ¡Todavía tenemos mucho que hacer con usted!

¿Espera, qué?

Después de pasar horas de depilación, maquillaje y no sé qué más, la rubia deslizó un par de tacones blancos a mi lado para que me los pusiera.

¡Estos tacones son más altos que mi futuro!

Todavía estaba preo...

Inicia sesión y continúa leyendo