En el fondo

MICKEY

Mi sangre late ferozmente en mi pecho para cuando Bruno me dice que él y los hombres han llegado a la casa de Alex. No he dormido nada, y estoy seguro de que ya se empieza a notar en mi rostro mientras me siento aquí y evito los ojos de Ana Romano como la peste que son.

No me voy a casa...

Inicia sesión y continúa leyendo