Capítulo 30

Liesl tembló involuntariamente cuando Isaias la besó con una pasión que ella luchaba por corresponder. La cantidad de alcohol en sus venas le impedía pensar o reaccionar con claridad. Cuando su diente chocó con el de él, él se rió y la abrazó.

—Estás borracha, cariño.

—Lo sé. No suelo beber whisky. ...

Inicia sesión y continúa leyendo