Su segundo clímax

La dejé atónita en mi cama y no pude evitar reírme mientras bajaba las escaleras. La expresión en su rostro al robarle un segundo orgasmo y luego decirle que iba a arruinarla esta noche fue profundamente perfecta. Una gran manera de empezar mi día.

Para ser justos, si no tuviera esta maldita reunió...

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